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Filosofía política de una obstinación argentina Cercanías de la plaza del 25 (II)
Suplemento especial de
PáginaI12
URQUIZA Y PERÓN, ¿UN SOLO
reconstrucción. Importa destacar este sistema de prioridades to Madero. Una mesa enorme, brillosa. En la punta, imponen- CORAZÓN?
porque luego Perón habrá de invertirlo: primero –dirá– la te, vestido con sus galas de general de la Nación, el general En diciembre de 1972, por medio de una carta reconstrucción. Sólo que recién lo dirá al intentar el despla- Justo José de Urquiza. Habla con una top model y se nota que
a Juan Manuel Abal Medina, Perón saluda “a zamiento de los ‘duros’. Y lo dirá ante el desconcierto de la la está seduciendo. La chica viste desmedidamente fashion. los muchachos” y los impulsa a empeñarse en Tendencia. Porque, coherentemente, la teoría que se forta- Como si fuera a exhibirse en Fashion File o E Entertainment. “la lucha como las circunstancias lo requie- leció con el reportaje de Mayoría fue la del primer mes. Que A un costado, en un rincón áspero, semioscuro, triste, buro- ran”. Exclama: “¡Qué no daría por tener ahora era entusiastamente asumida por la Tendencia y se resumía crático está el Recolector de Hechos. El burócrata de la historia. 50 años menos!”. ¿Qué haría si los tuviera? ¿Cuál es la causa así: ‘En el primer mes de gobierno, tomar el poder’. Curio- El historiador fáctico. “Las cosas son las cosas.” “Los hechos son de ese deseo? Y larga una famosa frase: “Con cincuenta años samente la Tendencia reducía a ese lapso la duración del los hechos.” “Lo que sucedió fue lo que sucedió” y mediocrida- menos andaría poniendo bombas”. Eran mensajes para ali- gobierno (Cámpora), pues luego habría de tomarse el poder mentar el ánimo belicoso de los jóvenes. Se venía la campa- (Perón). Cámpora, en efecto, duró en el gobierno poco más “Lo que sucedió” será siempre la versión más trajinada, abu- ña electoral y al ala dura le tenía destinado el protagonismo de un mes, pero por motivos que en nada respondían a las rrida y escolar de la historia argentina. El billikenismo exaspe- de esa etapa de movilización y enfrentamientos. También esperanzas de la Tendencia” (J. P. F., Ibid., pp. 101/102). Y en diciembre declara: “Yo estoy volando un poquito más las palabras del Padre Eterno bendecían a los jóvenes. Eran arriba de las nubes en este momento, mi tarea y mi misión los tiempos de la juventud maravillosa. Sin embargo, un Recolector de Hechos: En el Palacio San José, en la pro-
ya han dejado un tanto de ser justicialistas. Mis muchachos análisis de esa frase de Perón (“El poder hay que tomarlo en vincia de Entre Ríos, en Paraná, capital de la Confederación se van a encargar de todo lo demás. Yo estoy actuando como el primer mes de estar en el gobierno”) llevado a cabo desde Argentina, el general Justo José de Urquiza se reúne con manager, digamos así, o como coordinador, de 34 partidos y los meses posteriores, revelaría su verdadero sentido: El algunos hombres de negocios que han llegado desde Buenos fracciones políticas que he logrado poner de acuerdo” (Galasso, poder lo vamos a tomar cuando echemos a Cámpora y a todos Ibid., tomo II, p. 1148. Cursivas nuestras). los infiltrados del gobierno. Ahí, el poder retornaría a las La Confederación Urquicista está en guerra con Buenos Voy a incurrir seguidamente en algo que se les suele manos de los verdaderos peronistas, quienes debían volver Aires, que desea escindirse y declararse independiente. Bue- reprochar a los escritores: el desmedido pecado de citarse a “a la conducción de nuestro movimiento”. El poder se nos Aires está bajo la conducción del general Bartolomé sí mismos. No hay tal pecado. Sobre todo en épocas en que tomó en Ezeiza. Ahí, la derecha, simbólicamente, se adueña Mitre. Las negociaciones han venido fracasando y la batalla muchos transcriben lo escrito por otros y no los citan argu- del palco y de la conducción del peronismo. Perón viene a mentando que los textos “son de todos”, y que aquel que santificarla. Lo hace apenas al día siguiente en el discurso Urquiza: (Al Recolector de Hechos.) ¿Ya está?
reclame como suyo un texto que ha escrito está incurriendo que inaugura la etapa dogmática: “Somos lo que las veinte Recolector de Hechos: Por el momento. los hechos son
en el pestilente concepto capitalista de la propiedad privada, verdades justicialistas dicen”. Este discurso inicia el conoci- en la arrogancia de lo privativo, en la áspera ideología de lo do proceso de persecución a la Tendencia. Perón cambia Urquiza: ¿Qué tiene usted con los hechos?
patrimonial. Se han plagiado novelas enteras y se han gana- brusca, casi brutalmente. Suceden muchas cosas. Una de las Recolector de Hechos: Los hechos son la verdad de la
do concursos literarios con este concepto. Ni Pierre Menard que menos se conoce hoy es la interpretación de la falta de Historia. Por eso yo me ocupo de lo que me ocupo.
se habría atrevido a tanto, ya que era más “original” al lado lealtad del conductor para con las bases. Porque la lealtad Urquiza: ¿Y de qué se ocupa?
de estos “anarquistas apropiadores” de hoy. En fin, un sím- no sólo era lealtad al conductor. El conductor debía ser Recolector de Hechos: De recolectar hechos. Verdades.
bolo de los tiempos. Jorge Bucay, hoy ausente de los prime- también leal a los anhelos de las bases y a las promesas que (Entran los empresarios. Son todos yuppies. O algunos seme- ros planos que solía obsesivamente ocupar, sobre todo había hecho. “Perón Cumple”. ¿Esto se refería sólo a las jan venerables banqueros, con canas y sabiduría de la vida y cuando realizaba “giras nacionales” junto al “gran pensa- obras realizadas durante el primer gobierno o Perón debía los negocios. Urquiza les sonríe muy satisfecho. Se adelanta dor” Marcos Aguinis para ilustrar a los desvalidos ciudada- cumplir también a su palabra empeñada? ¿Qué era lo con- hacia ellos y les estrecha las manos.) nos o para animarles las existencias con exhortaciones a la trario de la lealtad? La traición. Surge, de este modo, en la Urquiza: Adelante. Bienvenidos al Palacio San José.
voluntad de ser felices, a la coherencia con los propios prin- militancia, una correspondencia histórica irritativa pero ine- Señor Mitsubishi: Se lo ve cambiado al Palacio, general.
cipios y la fe en un futuro inevitablemente venturoso (Nota: ludible en una reflexión sobre el peronismo: la similitud Señor Ford: Como más. moderno.
Esa dupla Bucay-Aguinis no duró mucho, sólo queda ahora entre Urquiza y Perón. Urquiza, el que traicionó a los fede- Señor Texaco: Como más. posmoderno.
Aguinis, que escribe arrebatados panfletos en los que expre- rales, el que traicionó a las montoneras gauchas, el que se Urquiza: ¿Habían estado aquí alguna vez?
sa su ira y clama por una especie de épica nacional de la retiró de la batalla de Pavón (luego de haber ganado la de Señora Hewlett Packard: No, pero teníamos referencias.
bronca y la rebelión: “Me acosa la furia y quisiera estar sere- Cepeda), el que se retiró con esa batalla casi en su poder, el no. No soy la excepción. Hay bronca, que se ha vuelto que lo hizo ante la indignación de sus lugartenientes, todos Urquiza: (Señala al Sr. Texaco.) Esa palabra que usted
generalizada y casi permanente. Debemos hacer algo, por- bravos federales que querían seguir peleando y ganar, el que que la Argentina merece otro destino”. La editorial que se entregó al poder de Buenos Aires, Urquiza, en fin, el Señor Texaco: ¿Posmoderno?
lanza al mercado el panfleto califica a Aguinis de “gran gran traidor a la causa federal, habría anticipado a Perón, el Urquiza: Esa. Fue la que usó mi arquitecto. Esto le va a
autor nacional”. ¿Se entiende, no? Digo la verdad, créanme: gran traidor a la causa del socialismo (nacional), a los mili- Aguinis sería el gran autor de esta nación. Creo, sí, que tantes que habían luchado y habían muerto por él, el gran Señor Texaco: Se lo ve más ascético al Palacio. Como
debemos hacer algo, porque la Argentina merece otro desti- traidor a su palabra, a sus promesas, al pueblo. David Viñas deconstruido. No lo engañó su arquitecto.
no. No sé cuál, pero no el de tenerlo a Aguinis como el gran habrá de escribir una novela (que, por desgracia, no leí) lla- Urquiza: Si me engañaba, el deconstruido era él. ¿Saben
autor nacional), fue aniquilado cuando copió innumerables mada General muerto en la cual ese símil (Urquiza/Perón) se que la deconstrucción la inventó el general Rosas? Más pre- páginas de no sé qué libro. La moda del plagio creativo no explicita. “Urquiza” es un nombre que la militancia de los cisamente: la Mazorca. Unitario que agarraban, lo decons- estaba impuesta. He dicho esto (me referí al olvidado ‘70 (afecta a los paralelismos históricos) empieza a pronun- Bucay) para justificar el citar un viejo libro mío. Al menos ciar con cierta intensidad a partir del discurso del 21 de Señora Hewlett Packard: Preferiría que no. No tengo
uno –al hacer tal cosa– se plagia a uno mismo, lo cual tal abril y luego del Documento reservado que publican los hal- vez sea más apropiado que plagiar a otro. O tal vez no. Tal cones de la derecha en el diario La Opinión. También apa- Urquiza: Siempre escasa de tiempo usted, señora. (Tran-
vez sea más creativo y pos-posmoderno despojar a otro. Y, recen por esos días las pintadas: “Lanusse volvé, te perdona- sición.) Bueno, señores. Hablemos de negocios.
sin duda, más riesgoso, pues cierta justicia, ignorando las (Se sientan alrededor de la enorme mesa. Urquiza toma la leyes de estas vanguardias, todavía castiga a los artistas que Como ya me he permitido más de una discordancia con se manejan bajo las sutiles leyes del afano creativo. Con feli- la tradicional forma del género “ensayo”, me permito ahora Urquiza: Vean, yo soy un hombre sencillo y voy al grano.
cidad, entonces, libre de toda culpa, procedo a autocitarme: incurrir en una más. Creo que Urquiza merece un espacio Estamos por chocar con el general Mitre en la batalla de “Perón lo sabía: febrero era el tiempo de los jóvenes. Porque en este corpus. Urquiza, sus lugartenientes duros y la batalla eran éstos quienes agitaban la historia, soliviantaban las de Pavón. Se trata de un pequeño esbozo teatral de tono Recolector de Hechos: (Interrumpiendo.) La batalla de
conciencias, creaban las consignas, representaban el rostro farsesco, lleno de anacronismos y de líneas históricas arroja- Pavón se libró en el campo del mismo nombre el.
caudaloso, multitudinario del peronismo. Había, entonces, das fuera de la temporalidad en que los hechos ocurren.
Urquiza: ¡Callate, carajo! Ni empecé a negociar.
que apoyarlos. Hacia ellos –hacia la izquierda– debía incli- Alguna vez –hará un par de años– un productor de televi- Señor Texaco: Esa batalla la debe ganar Buenos Aires,
narse el péndulo. Sobre ellos caerían las bendiciones del sión y un joven director (tendría 28 años) me pidieron un Padre Eterno” (J. P. F., López Rega, la cara oscura de Perón, texto para un programa sobre historia argentina. Hicimos Urquiza: ¿Y eso está escrito en algún lado?
Legasa, Buenos Aires, 1987, p. 100. ¡1987! Más de 20 años.
una cita y yo acudí con “Urquiza en Pavón”. Se aterroriza- Señor Texaco: Todavía no. Hay que escribirlo.
¿Qué querrá decir esto? ¿Cómo puedo servirme de un texto ron. El productor dijo que él podía entregar ese texto al Urquiza: O sea que la Historia se escribe antes.
escrito hace más de 20 años? Preguntemos: ¿es coherencia o estudio (un canal privado) pero luego se exiliaba de inme- Señor Ford: Se “arregla” antes.
anquilosamiento? ¿O se esconde tras esta cita el deseo de diato. Me sorprendió la actitud del joven director: me mira- Señor Texaco: Se arregla antes, se hace después y luego se
señalarles a todos los que se les ha dado por escribir sobre ba como si yo estuviera loco. “Nosotros queríamos algo his- los ‘70 que yo lo hacía cuando ellos miraban por la tele a las tórico”, farfulló. “Esto es historia pura”, le dije. “Eso es un Urquiza: ¿Y qué tenemos que arreglar aquí?
tortugas Ninjas? Busquen por el lado de la vanagloria y el insulto –dijo–, una provocación. Yo no voy a filmar algo Bill Gates: Que usted no presente batalla en Pavón.
hueco orgullo y estarán más cerca de la verdad). Así es así.” “¿Y qué vas a filmar? –le dije–, “¿lo de siempre? Sos un Urquiza: ¿Cuántas computadores le piensa vender a
como surge el reportaje que Perón concede al diario Mayo- tipo joven. ¿No tenés ganas de romper un poco las pelotas? ría. Es del 11 de enero de 1972. Cito: “‘O ellos llaman a ¿Ni siquiera de hacerte el loco?” Muy seguro, dijo: “No, y Bill Gates: Millones. Este país tiene que crecer.
elecciones o provocan una guerra civil’, decía Perón refi- menos ganas tengo de perder este trabajo”. Tenía 28 años y Urquiza: ¿Y si me presento en Pavón?
riéndose a los militares. El diagnóstico era duro; implicaba, ya pensaba como un viejo acobardado por los años y los fra- Bill Gates: Pueden ocurrir dos cosas. Que gane.
además, una amenaza: o hay elecciones o hay guerra civil casos, que no son todos. De modo que me fui e ignoro lo Señor Texaco: Que pierda.
(.) Perón –luego– procedía a privilegiar la ‘liberación’ y no que hicieron. Pero agarré ese material, lo revisé, lo pulí y lo Urquiza: Caramba, la tienen clara ustedes.
la ‘reconstrucción’, tarea que dejaba para una etapa poste- armé como una obrita teatral. Ojalá les guste y ojalá sirva Señor Mitsubishi: Sí, señor. Porque de esas dos cosas que
rior. Decía: ‘Lo primero que hay que hacer es liberar al país, para ahondar algunos puntos de nuestra densa temática. pueden ocurrir. sólo puede ocurrir una. Para eso es esta pero primero de ese flagelo que es el partido militar; des- reunión. Para arreglar que lo que no nos convenga que ocu- pués hay que liberarlo del imperialismo, y recién después se URQUIZA EN PAVÓN
podrá pensar en reconstruir lo que han destruido y desarro- Señor Texaco: Si usted le da la victoria de Pavón a Mitre.
llar el país mediante un plan bien articulado.
nosotros le vamos a dar muchas cosas a usted, general.
“Las etapas de la lucha quedaban así señaladas: 1) libera- Batalla de Pavón: 17 de septiembre de 1861.
Bill Gates: Computadoras último diseño. Acciones en
ción del partido militar; 2) liberación del imperialismo; 3) (Escenografía: una sala de reuniones en un piso 35 de Puer- Señor Texaco: Petróleo en Medio Oriente.
Varela - Peñaloza - López Jordán: De acuerdo.
Señor Ford: Ferraris, muchas Ferraris. Suelen gustarles a
Varela: Muchas.
Urquiza: Pero, en la mitad, me retiro. Nos vamos a casa.
los grandes líderes de masas de la Argentina. Urquiza: Esta gente me propone otras cosas.
Hicimos un papel digno. Salimos a la cancha por lo menos. Urquiza: Si usted es de la Ford.
Peñaloza: Nos importa un carajo esa gente.
Felipe Varela: General, si usted se retira, nosotros lo
Señor Ford: Ayer compramos Ferrari. ¿Cuántas quiere?
Urquiza: Tranquilo con el lenguaje, Peñaloza. Se puede
Urquiza: Vean, en general, para ser claro, ¿no? Yo, de
Urquiza: ¡Y dale con la intolerancia! Así no vamos a nin-
todo, quiero mucho. ¿Y usted, Mitsubishi, qué ofrece? Peñaloza: No siempre.
gún lado, eh. El fundamentalismo enceguece, muchachos.
Señor Mitsubishi: Chinas. Llenamos de chinas el Palacio
Urquiza: O sea, quieren pelear.
López Jordán: Somos federales duros. No le vamos a dar
Felipe Varela: Doblarse, quebrarse, humillarse, inclinar-
Urquiza: ¡Dos me libre y guarde! ¡Con sus chinas quédese
usted! Para amarillo, el huevo frito.
Urquiza: Ahora, ¿y si les cuento lo que ofrecen? Estos
Urquiza: Flexible, dije yo. Nada más.
Señor Mitsubishi: Chinas de aquí, general. Chinas crio-
tipos te compran, pero barato no, ¿entienden? O sea, uno se López Jordán: Defina “flexible”, general.
vende una vez y después no se vende más. No le hace falta.
Urquiza: Flexible es. lo que permite dialogar. Lo que no
Urquiza: Bueno, a ver: esperen un poco. Yo tengo un ala
Felipe Varela: General, si usted no pelea en Pavón, noso-
Peñaloza: Nosotros somos duros.
(Va hacia un costado. Están Felipe Varela, Chacho Peñalo- López Jordán: Somos duros en todas partes.
za y Ricardo López Jordán. Urquiza se les acerca y les habla en Urquiza: ¡Que lo parió! ¡Nacieron para el diálogo ustedes!
Urquiza: Sin ofender, eh. Yo también. Soy duro, qué
Muchachos, tanta intolerancia no es buena. A ver, doy la Urquiza: Muchachos, ¿ustedes tienen muchas ganas de
López Jordán: Le va quedando la cama, apenas.
Felipe Varela: El único campo donde todavía gana algu-
Urquiza: ¡Donde nunca perdí una!
Peñaloza: Leyendas.
Felipe Varela: Habladurías.
López Jordán: Chismes de gauchos embriagados.
Peñaloza: Mitologías viejas de pulpería.
Urquiza: ¡Ya van a ver, carajo! (A la modelo fashion.)
Modelo fashion: Con todo gusto, general.
López Jordán: ¿Y qué nos va a demostrar con esa gatita
Felipe Varela: No joda, general. Hace quince días los
laboratorios Parke Davis le entregaron 500 cajas de Viagraen el Palacio San José. López Jordán: ¡Así, cualquiera es duro! ¡Duro con Mitre
Felipe Varela: Y para eso no hay Viagra, eh. Sólo cojones.
(Urquiza no contesta. Vuelve con los empresarios.)
Urquiza: Tengo algunos problemitas.
Señor Ford: ¿Cómo cuáles?
Urquiza: Y. el ala dura.
Señor Mitsubishi: ¿Y qué pasa con el ala dura?
Urquiza: Que es dura.
Bill Gates: Y bueno. ¡habrá que ablandarla!
(Todos ríen muy alegremente. Suena el celular de Bill
Bill Gates: ¿Cómo andás, Bartolo? (A los demás:) El gene-
ral Mitre. (A Mitre.) Y. está denso esto. El ala dura, sí. Tedoy con él.
(Le pasa el celular a Urquiza.)
Urquiza: ¡Pará! No te volvás loco. Te dije que no iba a ser
fácil. Estos, al federalismo, se lo tomaron en serio. ¿Quéculpa tengo yo? La culpa es tuya, Bartolo. ¡Si pudieras ganarla batalla en buena ley yo no estaría en medio de este despe-lote! ¿Pero, vos? ¿Qué vas a ganar vos? ¡Le ganaste al Dantenada más! (Gran carcajada. Comenta a los otros:) ¡TradujoLa Divina Comedia y la hizo mierda! (Transición.) Mirá,Bartolo, la batalla hay que darla. Después vemos. A estagente no la puedo parar.
(Corte. Una tienda de campaña. Urquiza toma mate. Lo rodean sus bravos lugartenientes. Se oyen los estruendos de lasbalas y los cañones.) Urquiza: Les dije: esta batalla se perdía.
Varela: ¡Esta batalla no se perdió! Tenemos quinientos
jinetes listos para atacar el flanco derecho de Mitre. Urquiza: ¿Y cuánta gente vamos a perder en ese gesto de
López Jordán: ¡Orgullo postrero las pelotas! Si atacamos
por ahí, ganamos. ¡Quinientos jinetes, general! Lo hacemoscarne picada al porteño.
Urquiza: Quinientas vidas humanas arrojadas al sacrifi-
López Jordán: ¡Al sacrificio las pelotas! ¡A la victoria!
Urquiza: No sé, me estaré poniendo adulto y responsa-
ble. Pero se me ha dado por ahorrar vidas. Peñaloza: Pero, general, si atacan ellos. nos van a hacer
boleta. Los hombres van a morir lo mismo. ¡pero derrota-dos, no victoriosos! Urquiza: ¡Sangre y muerte por todas partes! ¡Oh, tragedia
de la patria que devoras a tus hijos! ¡El sol del 25 asomó, seocultó y ahora vivimos entre sombras de duda, incertidum-bre y agonía! ¡Sólo un dios puede salvarnos! López Jordán (a Varela): Se piantó por completo.
Varela: ¿Y vos le creés?
Urquiza: ¡Sólo un dios puede salvarnos!
López Jordán: ¡Qué un dios ni qué pelotas! Usté deme la
orden, yo ataco con los quinientos jinetes y los hacemospuré a los de Mitre.
Urquiza: ¡Muertos, muertos, muertos por todas partes!
López Jordán: ¡Sí, muertos! ¡Pero de ellos! Oiga, general,
por si no se enteró: estamos en guerra. O los una fortuna”. Se le preguntó por qué sigue exi- prisioneros., pero nunca que los traté como liado en Europa. Respondió: “Porque si llego a maricas, sino como machos. Se dirá de mí que todos vivos, difícil, eh. ¿Quién gana una batalla decir estas cosas en la Argentina. me degüe- me vendí a Buenos Aires., pero no les salí donde quedan todos vivos? La guerra es fácil.
llan con un cuchillo sin filo”. Preguntado barato. ¡Bien cara supo vender su honra el El que le mata más soldados al otro, ¡gana y se sobre por qué prefería un cuchillo afilado dijo: general Urquiza! Se dirá que fui un putañero, “Y. uno muere más rápido”. Le damos la que dejé preñadas a todas las mujeres de mi López Jordán: Después queda el asunto ese
razón al doctor Alberdi: el tiempo es decisivo.
provincia., pero nunca me despreocupé del de los prisioneros. Que es otra cosa. Si uno crecimiento poblacional. Si uno dice “Gober- anda generoso los fusila. Y si no anda genero- Periodista I: Esto es todo por hoy. El gene-
nar es poblar”. ¡hay que poblar, carajo! Y yo ral Urquiza descansa en el Palacio de San José, solito me poblé toda la Mesopotamia. Se dirá Urquiza: (A lo Shakespeare.) Hay que termi-
rodeado de la paz de los suyos. De sus íntimos.
que maté a mucha gente. y es cierto. Muero nar con el reinado de la muerte. Su horror ya (Interior Palacio San José. Es la misma mesa feliz. Viví para la grandeza. Me vendí caro. No no debe injuriar los campos argentinos. Cada de negociaciones del comienzo. La top model me sometí a los míos. Nunca traté a un prisio- escribe taquigráficamente en un block lo que nero como a un marica, sino que lo fusilé Varela: Vea, depende. Si es de los otros, no.
Urquiza le dicta. La chica está más seductora que como a un macho. Me voltié todo para poblar Urquiza: ¡De cualquiera que sea! ¡Toda gue-
la patria de valientes como yo. Fui un hombre rra es una derrota! Lo dijo Jorge Luis Borges.
Urquiza: Estimado General Mitre: La pre-
íntegro, sin contradicciones. Fui un traidor y Peñaloza: ¿Cuándo?
sente es para agradecerle todo lo que me ha un traidor. Fui un putañero y un putañero. Y Urquiza: Todavía no. (Poseído.) ¡No! Hay
hecho llegar. Agradézcales también a los ami- que detener la matanza. Que no corra más san- gos de la Ford, la Siemens, Mitsubishi, Texaco (Muere. López Jordán le quita el puñal. Lim- y otros. Ah, y a ese muchacho Bill Gates. Sose- Peñaloza: La sangre de los porteños no es
gado mi ánimo por el reinado de la paz, saludo Recolector de Hechos: La verdad de la his-
en usted al patriota, al guerrero, al historiador toria es una. Y esa verdad dice: Justo José de Urquiza: Basta de ultimarnos entre herma-
y, sobre todo, al delicado y exquisito traductor Urquiza nació en 1810 y murió en 1870.
nos. Guardemos nuestros puñales. Hagamos la de Alighieri. (Acaricia el pelo de la modelo.) Derrotó a Rosas en Caseros. A Mitre en Cepe- da. Se le acusó de haberse rendido sin necesi- Varela: ¡La patria chica! La de ellos. Eso va a
Modelo: No te pongas así otra vez, Justo
dad en la batalla de Pavón. Pero también se dijo que fue ése el más grande acto de su vida.
Urquiza: Necios, no tienen grandeza. Yo, el
Urquiza: Lindo pelo, carajo. Me gusta des-
El de mayor generosidad, el de mayor despren- dimiento por la causa de la unidad nacional.
muertes y los degollamientos. ¡Sólo una cosa Modelo: ¡Pará inconsciente! ¡Que esta noche
Persistió, sin embargo, la acusación de haberse hace posible el horror de las guerras! Que los vendido a los porteños. El 11 de abril de 1870 dos rivales quieran pelear. Si uno se niega, no Urquiza: (Atrapándola, impúdico, soez.)
las fuerzas de su ex subordinado Ricardo López hay guerra. Si uno dice ¡no! Si uno de los con- Vení, guachita. Vení que te hago un hijo.
Jordan lo ultimaron en el Palacio de San José.
tendientes tiene la grandeza de decir ¡basta! Modelo: ¡Calmate o le digo a Pancho!
Fue una gran figura de la patria grande. Del Basta de muertes. Basta de cadáveres. Basta de Urquiza: ¿Qué Pancho? ¿Ramírez? Al pelo-
impiedad. Si eso pasa, ¡no hay guerra! ¡Se acabó, señores! Que la Historia me recuerde Modelo: ¡Mi Pancho!
(Escena irreal. Neblinosa. Urquiza, en el piso, como el guerrero que le ahorró vidas a la Urquiza: El único Pancho que tenés vos es el
agonizando, ensangrentado. López Jordán, facón patria. Jornadas de dolor. Enfrentamientos estériles. ¡Alguien tiene que tener el coraje de (Intenta, intenta. Pero se detiene. No va.) Urquiza: Ricardito.
atrevérsele a la grandeza! A la paz, al futuro, a Modelo: El Viagra está en el tercer cajón del
López Jordán: Sí, general.
los hijos que poblarán nuestros campos. ¡Este escritorio. ¿Te dije, no? ¡Si no tomás el Gin- Urquiza: Todavía me queda algo por decir.
país tiene que hacerse! ¡Necesita labradores, seng en la puta vida te vas a acordar dónde (Gesto de dolor. Sangre en su pecho.) campesinos fuertes, sanos y no cadáveres! López Jordán: Diga, general.
(Totalmente poseído.) ¡Retirada! ¡Retirada! Vol- Corte. Finaliza el interludio erótico para gran- Urquiza: Ricardito. la reputa madre que te
vamos a nuestro suelo. Volvamos a Entre Ríos.
Volvamos a la vida. A la paz. Al trabajo. ¡Yo lo (Escena familiar. Urquiza toma mate, lee el López Jordán: Le falló su dios, general.
ordeno! Yo, el guerrero que supo decirle no a diario y juega a las damas con uno de sus hijos. ¿Recuerda? Sólo un dios puede salvarnos. Hoy la guerra y sí al trabajo, al futuro de la patria, a Sus mujeres cosen, bordan, preparan comidas. la vida de sus hijos. ¡Retirada! (Una pausa. Todo es bucólico. Todo es hermoso en el Palacio Urquiza: ¡Qué va a aparecer, Ricardito! Dios
Luego, contundentemente:) ¡Rajemos! San José. Urquiza se ve más envejecido. Aparece está en todas partes. pero atiende en Buenos (Un escenario de noticiero televisivo. Tres López Jordán: Buenas y santas, general.
Recolector de Hechos: No son conocidas las
Periodista I: ¡Ultimo momento! Urquiza se
Urquiza: Ricardito, tanto tiempo. ¿En qué
últimas palabras del general Urquiza. Algunos dicen que dijo: “Muero, pero muero feliz. Me Periodista II: Félix Luna declaró: “He ahí el
López Jordán: Y. siempre haciendo algo
llevo el federalismo a la tumba”. Otros, que gesto de un patriota. Ahora, la unidad nacional dijo: “Alguna vez se sabrá que Mitre, en Urquiza: Pucha que sos cabeza dura, Ricar-
Pavón, me dijo: ‘Justo José, acabo de recibir un Periodista I: El revisionista José María Rosa
dito. Ya no hay nada que hacer por el federalis- cargamento inmenso de fusiles Remington y lo acusó de sucio, asqueroso, inmundo traidor mo. La organización nacional terminó con cañones Krupp. Regalo de mis amigos ingleses.
todo eso. ¿Y qué te trae por aquí, hijo? Mejor rajate a Entre Ríos porque con todos Periodista III: El doctor Fermín Chávez
López Jordán: Lo que le dije, general. Hacer
esos fierros hasta yo te gano esta batalla’”.
dijo: “Le ha clavado un puñal en la espalda al algo por la causa de los buenos compañeros Otros dicen que esa frase, pese a su interés his- tórico, no puede ser considerada última porque Periodista II: El diario La Nación alabó el
Urquiza: ¿Y qué podés hacer aquí, en esta
es demasiado larga. La última y más reciente gesto del entrerriano. Ponderó su grandeza, su versión que se ha conocido pertenece a un patriotismo. Ahora, resumió, la patria es posi- López Jordán: Matarlo, general.
nuevo grupo que ha surgido en la política (Le clava un cuchillo entre las costillas. Urqui- argentina. Se trata de la Organización Monto- Periodista III: Declaraciones del general
za se dobla de dolor. Cae de rodillas. Los familia- neros. Según ellos las últimas palabras del Mitre: “Urquiza hizo lo más adecuado. Lo general Urquiza habrían sido: “Volveré y seré mejor”. Algunos dicen que añadió: “Sobre Urquiza: Carajo, Ricardito. Ahí duele. Me
Perón”. Se trata de una frase hermética y de todo para mí”. No hay confirmación de estas hubieras preguntado. Sé de estas cosas. Un dudosa verosimilitud. Nadie ha comprobado poco más arriba. Aquí, ¿ves? Duele menos y aún que ambos generales hayan llegado a cono- Periodista II: El joven y promisorio historia-
cerse. Se alegan cuestiones de asincronía histó- dor Felipe Pigna declaró: “Siempre dije que López Jordán: Pero es lo que quería, general.
rica. ¿Cómo podría Urquiza nombrar al gene- ral Perón si éste habría de nacer 25 años des- recuerdo si lo dije en el tomo I o en el tomo II.
pués de su muerte y el 17 de octubre, afortuna- Compren los dos por las dudas. Y el tercero Urquiza: ¡Atención! Urquiza se muere.
da fecha para el general de las 20 verdades jus- Silencio le hagan los cerros. Señor director: ticialistas, habría de ocurrir recién en 1945, Periodista III: Los historiadores académicos
close up, por favor. Son las últimas palabras vale decir: 75 años después de la muerte del repudiaron lo dicho por Pigna: “Es demasiado patriota entrerriano, que dio su vida por la pronto como para juzgar lo hecho por Urqui- (Varios pibes canillitas cruzan la escena gritan- organización nacional? Estamos, sin duda, ante za. Pigna es un apresurado que sólo busca el do desaforadamente: “¡Ultimas palabras del gene- un infundio de esta nueva organización que, éxito. Nosotros no somos apresurados porque ral Urquiza!”. Aparecen móviles. Micrófonos. esperemos, desaparezca lo antes posible de la –para ser francos– nos cuesta un huevo escri- Cámaras. De pronto, silencio sepulcral. Periodista I: Alberdi, terminante, dijo sobre
Urquiza: Se dirá de mí que fui ambicioso.,
el general de Entre Ríos: “Dio tres batallas.
(73) Cercanías de la
Caseros: para derrotar a la tiranía. Cepeda: dirá de mí que fui un traidor. pero nunca que Colaboración especial:
plaza del 25 (III)
para ganar la Presidencia. Pavón: para ganar me sometí a los míos. Se dirá de mí que fusilé Virginia Feinmann - Germán Ferrari
IV Domingo 5 de abril de 2009

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